En el trabajo que hoy presento, tengo que decir que tiene una gran carga sentimental. Hace tiempo que está construido pero como tengo muchos trabajos sin publicar este es uno de los de antaño.
Cuando mi vecina y amiga Isabel vio esta primera casita que construí a mi sobrina, recordó que su hermana muy aficionada a las miniaturas tenía guardada una casa de muñecas que compró hacía muchos años de estas que venden por entregas. Y que por circunstancias y zancadillas que nos pone la vida nunca la había ni si quiera empezado.
Por lo que yo la ofrecí mi ayuda, e intercambiamos trabajos ella me hacía los temas de aguja e hilo y yo le construía la estructura.
Pretendiendo dar una sorpresa a su hermana, por lo que había que hacerla a escondidas, algo que creó situaciones muy cómicas.
La calidad de estas casitas tengo que decir que deja mucho que desear, incluso faltaban piezas por lo que ahora en el proceso describiré todo lo que sucedió.